Hombre es algo que debería ser un secreto a voces: no existe el obeso sano.
Y cada día ue pasa y se conoce más y más el problema que conlleva estar o ser obeso, más hincapié haremos con que una buena salud pasa por una alimentación adecuada que nos lleva a un peso adecuado.
No por estética, pues eso es una banalidad de nuestra sociedad.
La salud por encima de todo.
Vamosss a atacar la semana!!
Tabla de Contenidos
Así mejora tu salud cuando adelgazas hasta un peso adecuado
A menudo se nos olvida cuando hablamos de perder peso que la obesidad y el sobrepeso no son un problema simplemente estético, aunque esa pueda ser la principal motivación de muchas personas para ponerse serios con este tema.
Estar por encima de nuestro peso ideal es también un problema para la salud, y un problema que puede ser muy serio si el sobrepeso es muy grande o si alcanza el nivel de obesidad. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la depresión son solo algunas de las patologías asociadas con el sobrepeso y la obesidad.
Peso y salud
Si llevas contigo unos cuantos kilos de más, llevas también un riesgo más alto que la media de sufrir hasta medio centenar de enfermedades y problemas de salud, incluidos aquellos que son la principal causa de muerte en la actualidad, como infartos, diabetes y determinados tipos de cáncer, así como otros menos comunes, como gota o cálculos biliares. También es importante el vínculo entre el exceso de peso y la depresión, un trastorno con un profundo impacto negativo en la calidad de vida.
Según distintos estudios, la obesidad multiplica por 20 el riesgo de padecer diabetes, y también aumenta significativamente las probabilidades de tener la presión sanguínea alta, una enfermedad del corazón, infartos y cálculos. Además existe una relación directa entre el índice de pasa corporal y estas enfermedades: a más IMC, más probabilidades de enfermar.
Depresión y sobrepeso
¿La gente con obesidad gana peso porque está deprimida, o está deprimida porque gana peso? Probablemente ambas cosas sean ciertas, según una revisión de 15 estudios científicos, y estos son los motivos.
Empecemos explicando por qué las personas obesas tienden a la depresión. Para empezar, ambos problemas parecen provenir, al menos en parte, de alteraciones en la química cerebral y de las funciones de respuesta en el cerebro. Además, hay factores psicológicos que también intervienen: en nuestra cultura, la delgadez es sinónimo de belleza, y por tanto el sobrepeso afecta a la autoestima, un desencadenante conocido de la depresión. Los patrones de alimentación malsanos y los trastornos alimenticios, así como el malestar físico asociado a la obesidad son factores que contribuyen a la depresión.
Por otro lado, las personas con depresión pueden acabar padeciendo obesidad y estos son los motivos. Los niveles elevados de una hormona llamada cortisol, común en las personas que padecen depresión, podrían alterar determinadas sustancias en las células de grasa que hacen más fácil su acumulación, especialmente en la zona abdominal. Además, estas personas a menudo no se preocupan de comer adecuadamente y hacer ejercicio de forma regular, haciéndolas propensas a coger peso. Por último, algunos medicamentos para la depresión favorecen subir de peso.
Sobrepeso y apnea
Si roncas con mucha fuerza y dejas de respirar varias veces durante la noche, despertando de forma abrupta con una tos o un bufido, probablemente padeces apnea del sueño, un trastorno del sueño bastante común, asociado con el sobrepeso y la obesidad.
La apnea del sueño impide descansar correctamente, pero ese no es su único riesgo: aumenta la probabilidad de sufrir presión sanguínea alta, ataques al corazón e infartos.
El corazón y el sobrepeso
Algunos de los problemas más comunes asociados al exceso de peso, como la presión sanguínea alta, niveles de colesterol demasiado altos, etc, tienden a ocurrir todos juntos, y pueden conducir a problemas más serios: enfermedades cardíacas, ataques al corazón e infartos.
La presión alta es seis veces más común en personas con obesidad que en personas que están en su peso. Unos 10 kilos de sobrepeso** aumentan un 24% el riesgo de sufrir un infarto**. El sobrepeso aumenta un 32% las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, y la obesidad un 81%.
Obesidad y diabetes
La obesidad y el sobrepeso están íntimamente relacionadas con la diabetes. Alrededor del 90% de las personas que padecen diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad.
Unos niveles altos de azúcar en la sangre, la principal seña de la diabetes, es uno de los síntomas del llamado síndrome metabólico. Si no se trata y se controla, la diabetes puede desembocar en graves problemas de salud, incluido fallo renal, ceguera y amputación de miembros inferiores.
Sobrepeso y cáncer
Según algunos expertos, el sobrepeso es la segunda causa de muerte en los pacientes con cáncer, solo por detrás del tabaquismo.
Un estudio de la American Cancer Society demostró la relación entre ambas. Entre otras cosas, concluyó que en personas de más de 50 años, el sobrepeso y la obesidad podían ser responsable del 14% de las muertes de hombres con cáncer, y del 20% de las muertes de mujeres; tanto en hombres como en mujeres, un mayor IMC estaba asociado a mayor riesgo de morir de cáncer de esófago, colon y recto, hígado, vesícula, páncreas y riñón; en hombres aumentaba también el riesgo de morir por cáncer de estómago y de próstata, y en mujeres, por cáncer de pecho, útero, cervix y ovarios.
Una de las causas podría ser que las personas con sobrepeso y obesidad son más reticentes o tienen más dificultades para someterse a pruebas de detección de tumores, lo que causa que cuando se les detectan, el cáncer está más avanzado y tiene un peor pronóstico.
Sobrepeso y esperanza de vida
El sobrepeso o la obesidad hacen que cualquier actividad cotidiana sea más difícil. Comparados con personas en su peso normal, los pacientes con obesidad necesitan más tiempo y esfuerzo para caminar 500 metros, levantar un par de kilos o levantarse de un sillón. El esfuerzo y la carga que este supone parece haber empeorado respecto a décadas anteriores, probablemente porque ahora estas personas son obesas ahora durante una mayor parte de sus vidas.
Como esta carga afecta a muchas enfermedades comunes, el sobrepeso y la obesidad reducen significativamente la esperanza de vida. Según un estudio, las personas que tenían sobrepeso en la mediana edad tenía un ratio de muerte prematura entre un 20 y un 40% más alta, y en las personas que eran obesas, el ratio era entre 2 y 3 veces más alto.
Otro estudio determinó, tras seguir a 1,5 millones de adultos de entre 19 y 84 años, que el riesgo de muerte aumenta con la talla corporal: entre el 44% para aquellos con obesidad media hasta 250% para los que tienen un IMC extremadamente alto.
Los beneficios de perder peso
Puesto que el exceso de peso está asociado con todos estos problemas de salud, perder ese peso que nos sobra parece una buena forma de cuidar nuestro cuerpo y mejorar nuestra calidad de vida, tanto física como psicológicamente.
Además, hay que tener en cuenta que no hace falta perder muchísimo peso para ganar en salud. Incluso una bajada modesta del 5 o el 10% de nuestro peso inicial puede hacer que empecemos a notar los beneficios. Estos son algunos ejemplos:
- Las personas con sobrepeso que pierden unos 5 kilos en seis meses pueden reducir su presión sanguínea tanto como lo hacen algunos tipos de medicación, sin necesitarla. De hecho, perder peso es tan efectivo en este aspecto que muchas personas que lo consiguen pueden dejar de tomarla, siempre y cuando mantengan su nuevo peso.
- En un estudio realizado con personas que estaban en riesgo de padecer diabetes tipo 2, aquellas que consiguieron bajar un 7% de su peso corporal y hacer ejercicio durante 30 minutos al día, redujeron ese riesgo en torno a un 60%.
- Al bajar de peso, aumenta la salud cardiovascular. Según un estudio, las personas que logran bajar un 5% de su peso inicial tienen niveles sanguíneos más bajos de glucosa, insulina, triglicéridos y leptina, todos factores de riesgo para padecer enfermedades del corazón además de diabetes. Además, había mejorado la habilidad del tejido adiposo, de los riñones y de los músculos para responder a la insulina.
- La autoestima y el humor general mejoran. No hace falta perder muchos kilos para notar mejoras en nuestro estado general, nuestro humor y nuestra autoestima. A veces, solamente saber que estamos haciendo lo que está en nuestras manos por cuidarnos es suficiente motivación para seguir haciéndolo, para mejorar la idea que tenemos sobre nosotros mismos y para encontrarnos mejor.