No nos engañemos, con la salud solo cabe ciencia. Y aunque la noticia se recoge en EEUU, no podemos dejarlo pasar. Recordemos algún personaje con dinero que recomienda la homeopatía para curar canceres en nuestro país, o los antivacunas y las consecuencias en la vida de los menores….
No puede uno bajar la guardia contra toda esta ralea de magufadas.
Naturopatía: tratar un cáncer y producir tres muertos
Cuando las medicinas “alternativas” se usan para “curar” resfriados, ansiedad o problemas psicosomáticos todo queda en una mezcla de efecto placebo y estafa a pequeña escala. Sin embargo, el problema es que los “expertos” en estas pseudomedicinas no se contentan con su papel de feriantes de carromato, y creen que son capaces de curar cualquier tipo de enfermedad, por muy grave que esta sea. Y es entonces cuando surge el drama y, a veces, la tragedia.
La naturopatía es una pseudomedicina basada en la “estimulación” de la capacidad curativa del propio organismo mediante una mezcla de suplementos nutricionales, terapia herbal, ejercicios físicos y masajes varios. A la vista de estas herramientas, queda bien claro cuál debería ser el paciente ideal para ser “tratado” con esta “medicina”: el típico habitante de las sobresaturadas ciudades modernas, sin problemas médicos graves pero abrumado por el estrés, que devora comida basura y vive en el sedentarismo más completo, personas para las que esta “terapia” o ya puestos cualquier cambio en sus malos hábitos que equilibre mínimamente su alimentación, disminuya su estrés y les haga levantar el culo de la pantalla del ordenador es beneficiosa. Sin embargo, cualquier persona con la más mínima capacidad de raciocinio entiende perfectamente que hay infinidad de enfermedades que no desaparecen porque tomemos una tisana de hierbas del Himalaya, junto con un par de sesiones de yoga y masajes relajantes, sino que necesitan de antibióticos, cirugía u otros avanzados tratamientos médicos. Y eso es lo que parecen no entender muchos naturópatas, como ilustra el desgraciado caso recientemente acaecido en EEUU.
Allí a finales del año pasado una mujer fue diagnosticada de un rabdomiosarcoma localizado, un tipo de cáncer muscular bastante agresivo, en el cual los pacientes tratados con toda la parafernalia oncológica disponible en la actualidad (cirugía, quimio y radioterapia) tienen únicamente un 50% de probabilidades de sobrevivir 5 años tras el diagnóstico. Ante este tan poco esperanzador futuro, la paciente decide explorar otras alternativas y contacta con un naturópata, de esos que parece no entender cuál es su papel “médico”. El “profesional” indica a la señora que es su día de suerte, ya que según su experto criterio
La quimio y la radioterapia son para perdedores e iletrados
y que bajo sus cuidados, ese tan agresivo tumor desaparecería en el plazo de tres meses. ¡Esto si que es un verdadero milagro y no los de Lourdes o Fátima!
Así que, ante la perspectiva de un más que duro tratamiento oncológico con graves efectos secundarios, la paciente abandona la medicinal científica artificial y decide probar la más que relajante y “sana” naturopatía, de tal manera que durante los dos siguientes meses recibe masajes, remojo de pies, instrucciones dietéticas, preparados herbales varios y demás “tratamientos” sanos y naturales. Y todo ello por la módica cantidad de más de 7.000 dólares americanos.
El problema (como era más que evidente) es que este maravilloso y nada barato “tratamiento” no funcionó, ya que según la demanda que presentaron conjuntamente la paciente y su marido contra el charlatán
El tumor original se hizo tan grande en la medida en que era visible fuera de su cuerpo. Sus ojos comenzaron a ponerse amarillos y sus piernas empezaron a hincharse
señal de que el cáncer había metastatizado y estaba afectando a otros órganos como el hígado, de ahí la ictericia. Cuando la enferma comenzó el “tratamiento” alternativo presentaba un tumor localizado, pero cuando según la demanda tuvo que ser hospitalizada tras dos meses en manos del chamán sin escrúpulos llevaba ya siete focos cancerosos consigo. Inmediatamente fue tratada con la artificial quimioterapia tradicional y aunque los tumores remitieron temporalmente, la situación era tan grave que la paciente acabó falleciendo el pasado mes de febrero.
Tras la muerte de su esposa, el marido no se contentó con continuar con la demanda judicial e imagino que más que desesperado decidió hacer justicia por su mano, de tal manera que parece ser que ha asesinado al estafador.
En resumen, este más que triste asunto ha terminado por ahora con dos muertos (la paciente y su chamán) y con el marido detenido. Y teniendo en cuenta que todo ha ocurrido en los EEUU, en donde la pena de muerte sigue vigente, lo mismo al final la lista de fallecidos se engrosa con un tercer ejecutado por inyección letal o similar.