16 Mar La sensación de partirte la espalda: Hernia de discal y su tratamiento
La hernia discal es una enfermedad o lesión en la que parte del disco intervertebral, que se encuentra entre las vértebras, se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce lesiones neurológicas derivadas de esta lesión. Pueden ser contenidas o con rotura.
Si la herniación es voluminosa y comprime todos los nervios que encuentra, puede producir lo que se llama un síndrome de cauda equina o de cola de caballo, lo cual resulta una urgencia quirúrgica. En la mayoría de los casos, este dolor remite con un tratamiento conservador sin cirugía. Sin embargo, aproximadamente un 10% de ellos requerirán una intervención quirúrgica para su tratamiento.
En la Clínica contamos con la tecnología más innovadora para un correcto diagnóstico y tratamiento sin cirugía.
Tabla de Contenidos
Hernia discal
Una de las claves es el tratamiento cognitivo-conductual del dolor, el aprendizaje de estrategias psicológicas para “llevar la lesión de la mejor manera posible”.
La consulta
Mi empleo como monitor deportivo depende de lo que mi espalda me deje o no hacer. Tengo 35 años y padezco una hernia discal que no me deja vivir, ni trabajar. Tras 12 inyecciones de corticoides, antiinflamatorios… nada da resultado. ¿Qué puedo hacer?
Respuesta
Voy a tratar de animarte: yo mismo pase de pensar que “se me partía la espalda” a entrenar sin molestias y competir en multideporte. Recurrí a una “Unidad de Espalda”, equipos de trabajo con los profesionales necesarios para un correcto diagnóstico y tratamiento de las lesiones de la columna. Combinan tratamientos de diferentes disciplinas: traumatología, rehabilitación, psicoterapia… adecuando la medicación para reducir el dolor y lograr la normalidad laboral.
Estos programas multidisciplinarios mejoran el dolor y reducen la incapacidad de pacientes en los que han fracasado los tratamientos tradicionales.
Tratamiento
Una de las claves es el tratamiento cognitivo-conductual del dolor, el aprendizaje de estrategias psicológicas para “llevar la lesión de la mejor manera posible”, pues el dolor psicosomático es protagonista en un alto porcentaje. Está demostrado que el dolor crónico es destructivo y que es necesario romper este círculo vicioso adecuando la medicación y realizando los ejercicios pertinentes.
Pasa a la acción, practicando ejercicios que sí puedas hacer y te resulten placen- teros, prescindiendo de los dolorosos, con una actitud positiva, relativizando, y aprendiendo a cuidar tu espalda con higiene postural en todos y cada uno de tus movimientos. Aplica varios métodos, basados en el esfuerzo de superación, y en las ganas de vencer la lesión con ejercicios beneficiosos, reeduca tu cuerpo, y asume en cierta medida que la enfermedad y el dolor son parte de nuestra vida. Un gran traumatólogo que conozco dice que a partir de los 30 si no te duele nada es que estás muerto… El ser humano tiene una capacidad de superación ilimitada, no hay más que fijarse en gente que sale de gravísimas lesiones y que son un gran ejemplo para todos.