De nuevo con el estado de alarma: Por qué Madrid sí y Navarra no

De nuevo con el estado de alarma: Por qué Madrid sí y Navarra no

Pues porque los criterios están siendo siempre científicos.
Que los políticos responsables de las comunidades de turno lo gestionen como si fuera una campaña política y no una pandemia mundial que nos está pasando una descomunal factura es ya para dar de comer aparte.

 

 

¿Por qué Madrid sí y Navarra no? Qué hay tras la disparidad de criterios para el confinamiento

 

La declaración del Estado de Alarma en la Comunidad de Madrid causó un enorme revuelo. La oposición, liderada por el Partido Popular, consideró que la decisión obedecía a motivos políticos, no sanitarios. Al fin y al cabo, ¿por qué se confinaba a la capital y a nueve municipios aledaños y no se hacía lo propio con otras regiones, como por ejemplo Navarra? La elección de la comunidad foral no era casual. Este lunes, su incidencia acumulada superaba los 740 casos por 100.000 habitantes.

Muy por encima de Madrid (501).

El argumento. ¿A qué se debe? Como se apunta aquí, a los criterios establecidos por Sanidad para confinar. Son tres: una incidencia acumulada de 500 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días; una positividad por encima del 10%; y una ocupación UCI superior al 35%. Navarra sobrepasa los dos primeros parámetros (740 y un 11,7%), pero no el último (aunque está a una decena de pacientes). Todo ello le ha llevado a imponer restricciones, aunque sin limitaciones a la movilidad.

Durante las últimas semanas, la Comunidad de Madrid ha superado todos los umbrales (hasta 808 casos por 100.000 habitantes, más de un 20% de positividad, un 38% en UCI).

Comparaciones. Algunos datos más, vertidos en este largo hilo por el divulgador Javier Álvarez Liébana: Navarra ha hecho sustancialmente más pruebas PCR que la Comunidad de Madrid (3.200 por cada 100.000 habitantes a 5 de octubre frente a 1.700) y ha trazado contacto estrechos con más efectividad (un 36% de casos sin contacto conocido frente al 44% de Madrid). ¿Qué significa esto? Que Navarra, a priori, está rastreando mejor la enfermedad. Tiene una foto más precisa de su alcance.

 

¿Es suficiente? Depende a quién preguntemos. La respuesta de Illa camina en esta dirección: «En Navarra hay una incidencia alta acumulada, pero hay un 70% de trazabilidad». Ahora bien, sabemos que los tiempos del coronavirus son rápidos, y que las circunstancias pueden cambiar rápidamente. Los datos de los últimos días auguran mayores problemas para Pamplona y el resto de la comunidad foral. El viernes, el gobierno regional registraba 463 casos, el mayor número desde el inicio de la epidemia (un 17% de positividad aquel día).

Problema, UCI. La clave reside en el grado de presión sobre el sistema hospitalario. Pero aquí los datos son confusos, en parte por los criterios  impuestos por el gobierno. Sanidad exige a las consejerías que contabilicen el grado de ocupación UCI sobre el número de camas empleadas durante marzo y abril. Es decir, incluyendo aquellas unidades habilitadas de urgencia pero que, en condiciones normales, no se dedicarían a cuidados intensivos. Estos son los datos del ejecutivo.

El resultado ha sido una gran confusión en torno a las cifras reales. A finales de septiembre Sanidad declaraba un 38% de ocupación UCI en Madrid por coronavirus… Cuando el porcentaje real rondaba el 69% y el 112% en agregado (covid y no covid). ¿Qué significaba? Qué los hospitales ya estaban utilizando camas extraordinarias para cuidados intensivos. A día de hoy, la tasa general sigue beneficiando a Navarra (12% de todos los hospitalizados son por covid) frente a Madrid (20%).

 

¿La movilidad? El último aspecto crítico a la hora de explicar la urgencia en el confinamiento de una y otra. Madrid cuenta más de 6,7 millones de habitantes frente a los 649.000 de Navarra. Y lo que es más importante, Madrid es el nodo central de la movilidad de España, el punto sobre el que pivotan gran parte de los desplazamientos. De nuevo, parece ser el razonamiento de Illa: «El puente de tres días habría puesto en riesgo la salud de los madrileños primero y del resto de España después».

¿Y la política? En la disputa hay elementos políticos. El más blandido por la oposición: el gobierno central castiga a Madrid, comunidad controlada por el Partido Popular, mientras que perdona a Navarra, controlada por el PSOE. Es evidente que ambas partes han escenificado en Madrid un choque de trenes de cara a sus respectivos electorados. La polémica se ha visto avivada por la mejoría paulatina de las cifras de Madrid (caen ingresos, también positivos diarios) frente al empeoramiento de Navarra.

¿El confinamiento es simplemente político? A tenor de las cifras, no lo parece. El Estado de Alarma ha llegado tras la incapacidad de Sanidad y Madrid para acordar a) umbrales precisos para confinar y b) una legislación que los ampare. En otras autonomías controladas por el PP el debate es inexistente. Sus gobiernos han aplicado los confinamientos ateniéndose a sus competencias (Ley Orgánica 3/1986). La excepción de Madrid no es el Estado de Alarma, sino el desencuentro previo.

 

DESDE MAGNETXATAKA